Sinopsis:
Sasha es un chico de veinticinco años que se asoma tímidamente al mundo. Ha crecido en una comunidad para salir de la toxicodependencia, hijo de dos drogadictos. Ajeno al mundo en el que ha sido condenado a formarse, Sasha es el único sano entre los enfermos. Y ahí, en Borgo Fiorito, ha aprendido a ocuparse del dolor de la gente y se ha encariñado con Riccardo –el jefe de la comunidad– como si fuera su verdadero padre. Y, sobretodo, ha conocido a Benedetta, una chiquilla de su edad que cada domingo visita la institución llevándole una ráfaga de ese mundo verdadero que parece que a él se le ha negado. Es inevitable, Sasha se enamora de Benedetta.
Ya adulto, Sasha sale por primera vez de la comunidad. Está dando los primeros pasos en ese mundo que era un reflejo de Benedetta. Y no existe nada más que ella en sus pensamientos, nada más reconfortante, familiar. Y Sasha, que recibe del padre de Benedetta el encargo de restaurar la gran villa familiar, cree que no puede amar a nadie más.
Nicole es una mujer que ha pasado los cuarenta. Bella, inteligente, irónica. Tras suicidarse el hombre al que amaba se fue de Francia, se casó con Lorenzo e hizo de todo para olvidar quién era y qué quería. Se ha escondido de la vida. Ha ahogado sus sentimientos.
Pero la vida no tiene en cuenta la voluntad de los seres humanos.
El choque entre los dos coches es impresionante. Sasha y Nicole están vivos de milagro. Y tal vez esta cercanía a la muerte, quizás la necesidad de ocuparse de una perrita que se ha visto implicada en el accidente, obliga a Sasha y a Nicole a salir fuera. A mostrarse uno al otro. Tal como son. El choque se vuelve en un encuentro. Entre dos soledades, entre dos miedos, entre dos fugitivos. Sasha y Nicole, sin confesarselo, se reconocen.
Y mientras Nicole ayuda a Sasha a conquistar a Benedetta, la profesora y el alumno crean una intimidad de pensamientos y de emociones que no les asustan, que se suceden naturalmente, dejándose llevar. "Vive, Sasha, vive" repite continuamente Nicole a Sasha. Porque Nicole conoce el terrible desierto emotivo que puede crear el retirarse de la vida. Y porque a través de Sasha, ella misma está de nuevo empezando a vivir.
El choque entre los dos coches es impresionante. Sasha y Nicole están vivos de milagro. Y tal vez esta cercanía a la muerte, quizás la necesidad de ocuparse de una perrita que se ha visto implicada en el accidente, obliga a Sasha y a Nicole a salir fuera. A mostrarse uno al otro. Tal como son. El choque se vuelve en un encuentro. Entre dos soledades, entre dos miedos, entre dos fugitivos. Sasha y Nicole, sin confesarselo, se reconocen.
Y mientras Nicole ayuda a Sasha a conquistar a Benedetta, la profesora y el alumno crean una intimidad de pensamientos y de emociones que no les asustan, que se suceden naturalmente, dejándose llevar. "Vive, Sasha, vive" repite continuamente Nicole a Sasha. Porque Nicole conoce el terrible desierto emotivo que puede crear el retirarse de la vida. Y porque a través de Sasha, ella misma está de nuevo empezando a vivir.
Dirección: Silvio Muccino
Guión: Carla Vangelista y Silvio Muccino
Música: Andrea Guerra
Fotografía: Arnaldo Catinari
Países: Italia y España
Año: 2008
Duración: 109 min.
Género: Drama.
Interpretación: Silvio Muccino (Sasha), Aitana Sánchez-Gijón (Nicole), Carolina Crescentini (Benedetta), Andrea Renzi (Lorenzo), Flavio Parenti (Tancredi), Max Mazzotta (Fabrizio), Geraldine Chaplin (Amelie), Giorgio Colangeli (Riccardo)
Web oficial (Italia): www.tim.it/parlamidamore
Estreno en España: 17 julio 2009
Leer entrevista con Aitana Sánchez-Gijón.
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